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domingo, 5 de abril de 2015

A PROPÓSITO DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJERES

En mi trabajo de tesis, “Conflictos familiares con perspectiva de género en Cartagena de Indias, a partir de los juicios criminales, 1777-1807”, he podido observar que en gran parte del Nuevo Reino de Granada, la violencia contra la mujer, dentro de las relaciones de pareja, estuvo presente – al menos, oficialmente- desde el siglo XVI. Esto me indica las fuentes oficiales de los Criminales- Juiciosque sigo consultando en el Archivo General de la Nación-Bogotá-Colombia.

A través de la lectura de casos documentales- vislumbro que esta “conducta” fue en gran medida estimulada por la situación de precariedad en los niveles social y económico de finales del período colonial, que en palabras de Germán Colmenares era una “sociedad ilíquida”. Pero sobre todo, considero que el mayor impacto de las relaciones de género, en la pareja, estuvo mediado por factores asociados a la normativa jurídica- a su interpretación y a los niveles de apropiación- impuesta por el Estado colonial y la Iglesia Católica, para cada sujeto en este contexto.

El término utilizado, en el período colonial, para referirse a lo que conocemos actualmente como maltrato familiar o violencia contra la mujer (términos  muy políticos y modernos) fue el de “mala vida”. Pues bien, este fenómeno social (como lo he denominado) se constituye en una conducta de larga duración, que en gran medida fue estimulado por la imposición del modelo hispánico y que en palabras de Mónica Ghirardi, “fue planteado desde la religión, la moral y las leyes con las prácticas de la sociedad”.

Empero, desde mi perspectiva, fue-principalmente- la condición y la norma jurídica tanto de hombres como mujeres, la que engendró una concepción univoca sobre el “deber ser (colonial)” a partir de los niveles desiguales de apropiación e interpretación de los discursos que desde el canon eclesiástico como el Concilio de Trento y del cuerpo normativo del derecho castellano como los fueros, las partidas, las recopilaciones, el ordenamiento, las ordenanzas y leyes ,se  consideraron y emitieron para cada uno.

De acuerdo a lo anterior, la mala vida se convirtió en un código o sistemas de conductas naturalizado y “legalizado” en el imaginario tanto de hombres como mujeres de finales del período colonial, los cuales  con el pasar de los siglos han persistido- con sutiles modificaciones- precisamente, a partir de la concepción política del “deber ser (moderno)” de cada uno, en el cual se intenta reivindicar, precisamente, a través de la normativa jurídica, el lugar de ellas en la sociedad.

Por supuesto, ha de tenerse en cuenta que hubo (y aún existen) conductas transgresoras que llevaron a algunas mujeres a infringir las normas, como bien lo expone Mabel López en el texto: “Las conyugicidas de la Nueva Granada: trasgresión de un viejo ideal de mujer” donde muestra el asesinato como “arma de defensa” de algunas neogranadinas frente al maltrato sistemático de sus maridos. O el que expone Beatriz Patiño Millán en: “Las mujeres y el crimen en la época colonial” el cual da cuenta de los detonantes del crimen en la pareja, pero además del ensañamiento- en función de la raza, condición social y ocupacional de la mujer-  las cuales eran definitivas para su juzgamiento. Estas propuestas bibliográficas indican sólo algunos de los desafortunados casos en que la muerte arribó al hogar, como simple consecuencia de las desigualdades jurídicas fundadas en la ley civil y eclesiástica.

Esta propuesta, a partir del análisis histórico, específicamente sobre la violencia familiar, pretende, no sólo evidenciar la condición de las mujeres en este contexto, sino la larga data de este fenómeno en las relaciones sociales de la pareja y su entorno. También evidenciar que el marco institucional -que aún prevalece- desde los lineamientos civil y eclesiástico, contribuyó significativamente para su subsistencia. Y que en este sentido, nos corresponde a nosotras como mujeres, de biología e identidad, seguir luchando por la reivindicación de nuestros derechos, pero sobre todo de re-pensarnos como sujetos libres, autónomos y consecuentes con una visión libertaria.

Pero no hay libertad sin conocimiento. En consecuencia, el papel de la historia, en relación a las mujeres, podría ser exteriorizar sus experiencias como sujetos históricos capaces de resistirse a su entorno en favor de su libertad. Porque muchas mujeres aún desconocen que tenemos una historia de resistencias, que fuimos y somos producto de ella, que siempre nos hemos opuesto al anonimato, al maltrato, a la desigualdad. Entonces el llamado que yo emito este día es “Mujeres, encontrémonos e identifiquémonos en la historia local, regional y mundial!!!”,porque sólo a partir de este conocimiento valoraremos y lucharemos cada centímetro de libertad en todos los ámbitos. Y esto es fundamental para que los distintos tipos de violencia que nos aquejan, desaparezcan.




CAROLINA MARRUGO OROZCO
25 de noviembre de 2014
E-MAIL: krito981@hotmail.com



CRÓNICAS DE LA PLACITA DE ESPAÑA

Lo confieso. Mi primera impresión al pisar los alrededores de la plaza de España, ubicada en la localidad de los Mártires en la ciudad de Bogotá, fue de temor. Es un lugar donde la multitud concurre constantemente. Y es apenas normal, teniendo en cuenta que colinda con la zona comercial de San Victorino. Yo diría que entre demasiada gente es más fácil que te suceda algo sin que nadie se percate, sobre todo en la entrada de  vía principal que conduce a la plazoleta. Todos te miran como un potencial comprador……de lo que sea. Hasta curioso resulta este guetto comercial donde consigues desde antigüedades hasta celulares de última tecnología de dudosa procedencia.
Se me acerca un chico y muy amablemente me pregunta qué me gustaría comprar. Bajo el ala de mis lentes oscuros le indico que no me interesa lo que me ofrece y sigo mi camino. En todo el trayecto, las ventas ambulantes invaden  los andenes. Hombres con carretas que, si te descuidas, te golpean. Comidas chatarra, al estilo de los más humildes: bocados de $1000 y $2000. La gente va y viene sin cesar en todo el trayecto.
Camino de prisa por la vía principal, mirando de un lado a otro. Mi misión, ese día, era explorar rápidamente las dinámicas de las mujeres en ese lugar. Y realmente la percepción es que hay poca presencia de ellas, por lo menos en el día y en los exteriores. Abundan más en los puestos comerciales formales del sector.
Llegando finalmente a la placita, diviso grupos dispersos.Huele terrible. No sabría decirles a qué, pero creo que podemos imaginarlo.Creo que así huele la miseria. Diviso hombres y mujeres que parecen vivir en el parque,veo un par de cambuches improvisados, otros haciendo la siesta bajo el crudo sol capitalino y expuestos al frío despiadado de la capital: eso me parece “titánico” porque acá la temperatura puede bajar hasta los 6° C en la madrugada.
Parecen conspirar. Esa es la  primera impresión que me generan.
Los miro muy rápidamente sin fijar la mirada en ninguno de ellos .Admito que estuve a punto de acercarme y entrevistarlos, pero sus actitudes me indicaron que no era el momento. Confié en mis instintos y de inmediato caminé en busca de una salida.
Dirigí mi mirada hacia las calles aledañas. Recordé en aquel momento, que en alguna ocasión, en un mini tour por el centro de Bogotá, una amiga me sugirió que el barrio vecino de la Plaza de España era el Bronx: uno de los lugares más peligrosos de la ciudad capitalina. Me pareció increíble, estar allí, tan cerca de una zona "roja". Quizá más cerca de lo que había estado jamás.
La verdad, se siente algo de adrenalina. A uno le parece aislada una realidad de la que sólo se percata, lejanamente, en los noticieros. Palparla de primera mano siempre resulta extraño, aun cuando leas sobre historia, sociología o antropología. Eso corrobora el irónico divorcio entre la teoría y la experiencia.
Uno llega a acostumbrarse a la burbuja que puede ser la vida de cada uno, aislados de los problemas reales de la sociedad colombiana, pero además de los alcances que pueden adquirir los seres humanos para asegurar su  propia supervivencia. Por eso defino estos guettos urbanos como verdaderas “zonas de supervivencia”. Créanme, no es más. Allí no se vive, se sobrevive. Simplemente no lo entiendes. Lo ves, pero tu realidad misma te impide comprenderlo a ciencia cierta. 
Me pareció que en aquel lugar no se debe permanecer mucho tiempo, al menos, no sola, como yo estaba, porque como dice un gran pensador: “si miras por largo tiempo a un agujero negro, corres el riesgo de que el agujero te mire a ti”. Por eso no exploré más…por ahora.




Carolina Marrugo Orozco
Enero 11 de 2015






CULTURA ,SIN LECTURA?

Curiosamnete,  en la ciudad de Cartagena de Indias, NO se percibe una política de gestión cultural que promueva ,ni estimule iniciativas fuertes en promoción y difusión de lectura, como parte de la formación cultural de los cartagener@s.Resulta,pues, inadmisible que sólo pequeñas iniciativas  intenten generar espacios donde la lectura y la escritura sean los protagonistas y  que en ellos el  acceso es limitado, generando verdaderos "guettos", cuyas posturas quedan encerradas entre cuatro paredes y no pasan de inflar egos.
Sería significativo que- desde lo público- se hicieran esfuerzos por vincular- como parte integral de sus cronograma de trabajo- estas iniciativas,tal vez desde una articulación de las escuelas, bibliotecas y espacios culturales que incentiven esta actividad,contribuyendo con ello a la formación ciudadana. Y digo desde lo público ,porque desde lo privado ,parece haber mayor interés por construir estos espacios.De igual forma,sería importante que dentro de las convocatorias que se realicen,integren la categoría lecto-escritural como propuestas de trabajo.

Parece ser que la ciudad ha entendido lo cultural como un producto cuyo marketing  se construye  bajo un espacio de magnificiencia, donde se complace al turista con la usurpación de melodías europeas y un ambiente cosmopolita totalmente improvisado .O tal vez, desde el "performance" callejero en el cual los cuerpos de nuestr@s mulat@s, depiertan la lujuria de extranjer@s y prolonga un imaginario de sujet@s caribeñ@s.Supongo que aquí la lectura no tiene cabida y esto será lo que importaremos y lo que mostraremos al mundo.O tal vez la "ILETRIDAD"(no se si exista este término),aquí, es una forma de cultura.

En fin, parece ser que dentro de la formación cultural en Cartagena ,LEER no es una propuesta atractiva.Ésta,considero, es una falla ENORME en tanto anula la posibilidad de generar espacios donde se piense,se escriba y se proponga.La producción y difusión de actividades lecto-escriturales son tan importantes ,pues contribuyen a la formación del  criterio cuidadano, el fortalecimiento de la identidad y la integración social.Porque la falta de lectura nos lleva,incluso, a pensar que los negr@s ,l@s indígenas y las mujeres son todavía esclav@s y merecen un trato peyorativo ,que no tienen derechos y que esas condiciones son completamnete naturales. NO LEER,quita la posibilidad del desarrollo del intelecto humano.Confina a la parroquialidad del pensamiento y anula las posibilidades de construir una sociedad justa y tolerante.

En Bogotá por ejemplo,la lectura-en todos sus géneros- forma parte de la programación cultural. La Biblioteca Luis Ángel Arango posee clubes de lecturas en todos los niveles y desde diversas temáticas.Convocan a niñ@s y jóvenes a actividades programadas que se convierten en verdaderos semilleros lecto-escriturales.Y no es injusta la comparación según lo veo.Creo más bien,se trata de voluntad.

Por otro lado, eso, a lo que algunos llaman sentimiento de "cartageneidad",se ha intentado construir de la forma más errónea,desde la imposición y prolongación del imaginario de que el "corralito de piedra" es solo una tierra de placeres y excesos.Playa y arena ,donde los domingos y festivos aquell@s ciudadan@s frustrados ahogan sus sinsabores y otr@s ven la posibilidad del bocado del día.Playa y arena,donde los más "pudientes" pueden jactarse de su "clase" y alardear de su status, mientras recibe el masaje relajante y degustan un cóctel.Y en ese connubio tan perverso, se ha gestado una complicidad silente, bajo el velo de la resignación de los sectores populares y la reafirmación de una trasnochada clase tradicional.E inclusive,para no ser  tan radicales,bajo resistencias y formas de transgresión de los espacios designados para un@s y otr@s,como mecanismos de supervivencia.
Sólo sería posible construir una verdadera  "cartageneidad"  en espacios de debate y de discusión,donde la lectura sea uno de los protagonistas.Asi mismo,contribuiría notablemente a crear una cultura de la tolerancia, tan esquiva en  la sociedad cartagenera,donde se han arraigado e integrado factores como el desplazamiento,la violencia y las formas más variadas  de inequidad social.

El despertar de Cartagena y una cultura integral en ella, sólo será posible cuando la ciudadanía participe, proponga y se de cuenta de que en cada uno está la posibilidad del cambio.La cultura es un elemento que sin duda puede contribuir a estas transformaciones.Y dentro de ella,LA LECTURA como  una de las metodologías para construirlas.Las soluciones están ,sólo hace falta voluntad y perseverancia, para que futuras generaciones de cartagener@s encuentren en las letras,el camino hacia una sociedad más justa.



CAROLINA MARRUGO OROZCO
ESTUDIANTE UNIVERSITARIA
17 DE JUNIO DE 2014


LAS TRAMPAS DE LA DEMOCRACIA

Entre la ironía de más de medio siglo de violencia y la democracia más sólida de América Latina, Colombia hoy se encuentra en una verdadera encrucijada política. Las pasadas elecciones del 25 de mayo de 2014, forjaron un nuevo mapa de la geografía política en donde surgen nuevos “rectores” del centro y la periferia colombiana. Ver:http://www.elpais.com.co/elpais/elecciones-2014/graficos/grafico-resultados-elecciones-presidenciales-2014.
Qué es la democracia, sino tener esa oportunidad de participar y sentar una opinión libremente, sin que ello sea motivo de discriminación ni de veto? Siendo así, el voto es sólo uno de esas formas concretas de ejercerla, aunque desconozcamos en gran medida todos los instrumentos del aparato democrático que podemos usar en calidad de ciudadan@s, para ejercer nuestros deberes y hacer valer nuestros derechos. Y es evidente. Existe un desconocimiento profundo del significado real de la ciudadanía, auspiciado por una pésima educación política de antaño y el arrastre de tradiciones marcadas en el clientelismo, que ahora han endulzado retóricamente bajo una nominación empalagosa.
Votar o no por un candidato, no debería ser la consigna de una elección política de tipo democrático. Elegir libremente, sí. Pero en un país como Colombia, ya era extraño que no se presentara un “Rifi Rafe” electoral  como el que hoy presenciamos. Y realmente la situación es tensionante.
Lo más impresionante que he visto es que esta pugna entre dos candidatos-que al final representan los mismos intereses, pero desde diferentes ángulos-, se ha trasladado a las redes sociales, bajo el ala de la defensa de “voluntariosos fanáticos”, que tiran la cuerda de un lado a otro, intentando convencer a los electores  para que direccionen su voto hacia determinado aspirante.Ésto, bajo el velo oculto de una consigna: La paz.
Y en vista de argumentar sus posiciones,  justifican su visión con hechos históricos recientes y/o de vieja data, lo cual en mi opinión sólo infunde miedo y terror: instrumentos peligrosos que en un país como el nuestro, han sembrado las clases oligarcas a través de la historia, bajo otros métodos .Y yo me pregunto ¿Acaso eso no se llama coacción?
Lo más irónico es que hay derecho a hacer esto y eso lo da precisamente la democracia y el fácil acceso a las redes sociales. La intención  de esta reflexión, no es vetar estas “manifestaciones de solidaridad” con determinado candidato-sean las razones por las cuales se hace- ni condenar una conducta. NO SOY JUEZ. La intención es evidenciar el rol que podemos estar asumiendo, como ciudadan@s, de convertirnos en instrumentos de un sistema que otrora condenamos. Rol que sancionamos cuando viene de la corriente contraria, pero plácidamente justificada si la proferimos desde nuestra orilla. ¿No es eso acaso hipocresía?
Hay derecho a opinar, discernir, pero no a legitimar a la fuerza una forma de pensamiento. El uniforme de éste es -para mí- un severo indicador de tiranía, venga de quien venga. Y no pensemos que esa sólo la pueden ejercer los grupos dominantes. Ellos al menos la han "domesticado".En manos inexpertas puede ser, incluso suicida. Como dice un adagio popular: “Al combatir monstruos, hay que tener cuidado de no convertirnos en uno de ellos”.
La democracia debería ser un ejercicio consciente en el cual todos tengamos la capacidad de elegir libremente sin ser coaccionad@s, ni excluid@s, ni condenad@s. ¿Podemos aspirar a eso? La vida política de este país no puede polarizarse bajo dicotomías absurdas. No podemos ser cómplices de ese sistema. Debería basarse en el respeto por la búsqueda individual de lo que consideramos que debemos elegir para un bienestar común. El principio de la libertad “libre” –valga la redundancia- y no de la imposición de formas de pensamiento.


CAROLINA MARRUGO OROZCO
ESTUDIANTE UNIVERSITARIA
2 DE JUNIO DE 2014

Body and Soul: traces of female identity in colonial Cartagena de Indias.

In the second half of the twentieth century, the Colombian historiography underwent significant changes in its essence. This, with the previous professionalization, institutionalization (concretized in the creation of the Colombian Academy of History) and the incursion of different historiographical trends in the historical  discipline. The Caribbean - Colombian and Cartagena - specifically historiography were not strangers to this trend. As aggregates academies in the region, with a narrative trend of history, a little less risky, compared to other regions, with respect to thematic proposals concerning the New History and the complement of interdisciplinary arise. Thus, for a long time concentrated their studies and analysis in temporalities, variables and specific social actors in the colonial and independent´s   period.
For other hand, women as historical subject, was the initial process they marginalized Colombian historiographical construction. Your raid was motivated largely by the achievements of the feminist movement in Europe and the U.S. and whose impact - lucky - in Colombia, led to its historical inclusion when Suzy Bermudez from anthropology I placed at the scene of debate. Thus, the historiography of women has grown in recent decades, with topics relating to political participation, social and legal status and their contribution in different periods of history. However, this inclusion was not free to adopt the heroic narrative models - own - traditional historiography as required to build their own space in the academy methodological step. Also, to have the station voice of women elites as pioneers in the public debate on the women’s right.
Martha Lux -Psychologist and historian- presents in the text: "Women in Cartagena de Indias in the century XVII. What they did, they did and did and cures prescribing them", an analysis in relation to the discourses uttered on women of colonial Cartagena, in the late sixteenth and early seventeenth´s century. The author makes use of specific documentary sources such as medicinal speeches Nieto Juan Méndez, the work of Alonso de Sandoval, the evidence collected during the canonization of Pedro Claver and the pastoral letters of bishops. Methodologically confronts the physician with religious discourse, and through the evidence establishes approaches to the elements of the social and cultural life of Cartagena's colonial society, to reconstruct aspects of female -individual and collective - identity of the time. Rate the difficulty of the sources used for this research because of its origin - but at the same time, notes his contribution on the issue of identities of colonial women. Denoting the use the author has given these documentary sources, shows their importance and historiographical contribution to a little- studied national and local levels.
Similarly, suggests the variables appended to this research and have been key in the analysis of this theme: family, miscegenation, honor, strength, gender, including widely studied from an interdisciplinary national and international level . Here, Martha Lux also clarifies the functionality of the concepts used in this work as gender, ethnicity, habitus, symbolic capital, cultural circularity as important variables that help to understand the internal and external dynamics of society colonially text consists three chapters: first, Cartagena de Indias in transit sixteenth and seventeenth centuries; second , Cartagena Women auscultated by the Doctor Méndez Nieto and third, Heals the soul and body.
An introductory paragraph of the text, induces a historical and geographical approach to colonial Cartagena de Indias, his evolution as urban space and the growing importance that the city acquired over time. Moreover, explicit characterization of medical discourse regarding religious, constant in the life of colonial women. In the first chapter : " Cartagena de Indias in transit sixteenth and seventeenth´s century ," Martha Lux produces a geo - historical reference on colonial Cartagena de Indias, showing nascent organizational elements of the urban environment ( churches, hospitals , convents , streets, squares, fortifications , public works ... ) , evidencing the early architectural breakthrough that reinforced the revealing nature of Cartagena, as a strategic site for the Spanish Crown. Similarly, she illustrates urban elements, demographic and trade , resulted in the increase of the population, " development" , concerns about health , hygiene in public spaces and the civil and ecclesiastical hierarchy .
For another context own hand, makes early contact between Spaniards and Indians , as an element of interaction "violent" that contributed significantly to the cultural and biological miscegenation. In this regard, evidence that the roles played by both Indian and Indian settings servile relations as cultural mediators and the effect of caring relationships between masters and indian. So , the author , points tax and social effects of the black raid in the port of Cartagena , by providing re- configurations in everyday practices in the family , religion , ways of thinking and symbolic and evaluative conception of black .
This denotes the "white” dominance in the city, mainly people of Andalusian origin, in respect of the hegemony of the civil power, confirmed by control of the House of Trade, which in turn regulates the passage of women Latin conditioned under male guardianship. On the other hand, shows the distribution of responsibilities and duties, showing an occupational hierarchical order in colonial Cartagena. Finally, it shows the role of the church as an evangelist and regulator of morality and its tensions with the order civil.
In another aspect scores conception they had of women in colonial society, Marian idealization of motherhood and selflessness and how this factor determined the relationship between men and women. In this sense, according to the author, what were reinforced imaginary legitimate and illegitimate, good and evil, sacred and profane, based on the interest of a social whitening and cultural.
Martha Lux, evidence of gender inequality and class, patriarchal and class under a regime that favored social status of men in legal and social level. In this respect, honor scores supremacy in this society. Essentially, it is evident that although combining this type of order in colonial society , transgressed practices expressed in the miscegenation , concubinage , infanticide , prostitution, exposing the complexity of the context concretized in practice demonstrated cultural circularity.
By second chapter, "Women of Cartagena auscultated by the doctor Méndez Nieto " shows the close relationship established with the physician Méndez Nieto  with all women from colonial society , both elites and popular sectors. Notes that due to the precarious circumstances in colonial society, physicians were early residents of this area and as regards medical practice also existed a  hierarchy of roles between the physician, the surgeon and the case of Mendez apothecary. By Nieto, the author highlights their important role in colonial Cartagena sixteenth´s and seventeenth´s century, as their records allowed a rough reading of the social and cultural life of the period. In complement, showing the relationship of the physician with government officials , which earned influence to avoid prosecution for their dubious origins .
The author shows the influence that the academic and intellectual training Méndez Nieto, which allowed him to be open to moral thought and naturalist, achieving combined theory of scientific knowledge with the lore . In addition to his interest in restoring points between the body and soul of the patients, acting as a mediator and confessor of bodies and souls. According to the text , Méndez Nieto won a very close relationship and even " complicit " with their patients , allowing you to be flexible with the reality they experienced in their desires , frustrations and pains, on issues related to sexuality , hygiene, cosmetic , physiological care and issues of the soul ( as melancholia ) ,theirs area  in the social determinants of each member of society colonial.
In another instance, the author reveals the norms that prevailed in colonial society with regard to the relationship between marriage, heritage and family, as transcendental to maintain status and symbolic capital, mainly in the elite member. It shows that the prestige and honor were two determining variables in decisions that guided both men and women around the personal - conduct outside marriage or religious - which also gave prestige. Although the text is also evidence the character prevented Méndez Nieto mulatto with such revealing incident in their reports with them , but still leaving record of activities , dynamics and roles of these women in the getsemanicense space and networks gender and class solidarity against some circumstances.
In the final chapter: “Heals the soul and the body," Martha Lux evidence strategies evangelists of the church, as expressed in the presence of bishops and clergy as Pedro Claver . Sample initial communication difficulties and cultural problems that led to implement strategies of evangelization by the religious institution. This as “teaching " strategy to control these communities. Points out that the church was a place of complaint and reproduction relations of domination and power which came to regulate the dress, cultural practices such as dance and social practices as a symbol of respect and status. El contribution of this paper lies in its dual contribution, not only in regard to colonial historiography, but in the history of women. This text seems to respond to emergencies face stigma and simplicity of the colony as a temporary, negative and reductionist characteristics and historical claim of the female subject.
However, for the main topics addressed, as is the issue of identity, something very complex, the contributions are subjected to only view specific characters (Méndez Nieto and religious figures). Though this is a good beginning, necessary to contrast these approaches to what was written of women, for example, from the rest of the colonial institutions and from other social groups. The latter , of course, not diminishing the investigative work of Martha Lux, but - on the contrary, suggests its ability to open a new door to new methodological and theoretical approaches in the history of women and colonial history.

BY: CAROLINA OROZCO MARRUGO
UNIVERSITY OF CARTAGENA

CARTAGENA DE INDIAS-COLOMBIA

Compa´e Menejo y Don Quijote: A propósito del texto " El Quijote y Menejo cabalgando en Macondo" de Frank Acuña Castellar


Me gustó mucho el texto. Existen aspectos muy interesantes y polémicos en la parte conceptual (cultura popular caribe, modernidad). Mi comentario se enfocaría en una posición: la contextualización del texto. En ello, reprocho un poco el abismo cronológico entre cada uno de los estilos literarios que se comparan, los cuales surgen en contextos muy distintos: Miguel de Cervantes en el SXVII y Gabo y Calixto Ochoa en el siglo XX. ¿Dónde estaría el criterio lógico de comparación ?Supongo que en los personajes, pero cómo comparar a Don Quijote con Compa´e Menejo: dos personajes con “guiones”, “experiencias” históricas y realidades literarias muy distintas. La mera coincidencia de un cuadrúpedo, no puede ser el criterio de semejanza.
Por otro lado, resulta significativa la reflexión sobre la "expansión literaria" de un elemento “identitario” local (calabacitos de luz) perteneciente a una región que forma parte del Caribe colombiano. Más allá de reforzar imaginarios, a través de un “artefacto cultural”, que despierte atracción y motiven un turismo- motivado por la curiosidad de palpar un elemento que distingue a una zona- por fábulas narrativas que lo incentiven, las realidades no pueden construirse bajo el velo de la literatura, al menos no completamente.
De hecho, la inclusión de ciertos elementos del Caribe colombiano, incorporados en la narrativa de GGM resultan reveladores en el sentido literario, más que contextual, según mi opinión. En Cervantes, es menos evidente, pero también es posible realizar este tipo de lectura. Tan confuso resulta a veces, que  algunas personas han querido traspasar esa frontera obligada entre  la literatura y la historia, acuñando como verdaderos, hechos narrativos que sólo se han incorporado a la prosa literaria con fines de estilo. Ahora, asumir estos elementos como parte de la cultura popular, también puede ser cuestionable.
No se puede olvidar que las tendencias literarias son influencia directa o indirecta de su contexto. De aquí, que la comparación podría tornarse un poco inadecuada por ser tanto de contextos, como de finalidades distintas. La significación de los personajes dentro de cada uno de los estilos, tal vez puedan coincidir en sus experiencias y en el sentido de que personifican a un prototipo regional, que aunque desigual, terminan siendo figuras icónicas en su comunidad.  Sin embargo, anoto que aunque la intencionalidad, los caracteres y el sentido de estos personajes pueden variar en los puntos de encuentro y puedan parecer distintos dentro de la narrativa, de la finalidad y de los instrumentos comunicativos, su esencia humana puede hacerlos coincidir, aun tratándose de personajes cronológicamente y contextualmente desiguales.
Sería un tanto problemático y es lo que en las ciencias sociales se denomina anacronismo. Según veo, comparar a Compa ´e Menejo con Don Quijote lo sería. Sin embargo, dentro de la literatura, la apreciación puede llegar a ser más flexible y aceptable, pues no requiere-necesariamente- de un soporte contextual.
La comparación de éstas, permiten acercamientos y coincidencias en su visión alrededor de un paradigma: la modernidad-en este caso, ya que la modernidad, como temporalidad, no solamente se convirtió en un “asunto” histórico sino literario, generarando interés por mostrar- en la prosa- elementos de la cultura material que conmovieron al hombre como sujeto social en determinado tiempo.
Desde el punto de vista de las ciencias sociales, puede llegar ser cuestionado, si se aborda como una variable enfocada a la definición de cultura popular o identidad caribe. En la literatura podría ser peligrosa, en el sentido de crear imágenes fijas y representativas de prototipos nacionales, regionales o locales, en donde algunas veces lo “corroncho” y lo popular se fusionan, se igualan o se confunden. Pero aun así, en ella se acepta.
Finalmente, la prosa que involucra a Compa´e Menejo, Don Quijote  es fascinante en todos los sentidos y hasta podrían representar a un “hombre universal”. Y los calabacitos de luz, ¿por qué no? ahora se han internacionalizado más, junto al burro prieto y a  rocinante. Todos estos personajes y experiencias se han fijado en el mapa literario. Existen como parte de una realidad mágica o de una prosa caballeresca. Existen como parte del imaginario de las narrativas locales ,YA, totalmente globalizadas.
Definitivamente, el rastro de los calabacitos de luz, expande sus huellas.Eso corrobora la universalidad de las experiencias humanas en la literatura.Puede ser que españoles,franceses,alemanes,rusos.....tengan sus  propios calabacitos de luz-similares a los de Compa´e  Menejo y no lo sepamos,es posible,incluso ,que existan muchos Compa´es Menejo en el mundo y también lo ignoremos.Esto es,porque en la experiencia humana y la literatura TODO  es posible.


9 DE MAYO DE 2014

lunes, 19 de agosto de 2013

Algunas consideraciones sobre lo público en Colombia
Actualmente, en Colombia, lo público tiene una connotación  predominantemente negativa, pero  no siempre fue así. El fortalecimiento de un proyecto republicano, buscó no sólo adherir en los nuevos ciudadanos un sentido de pertenencia territorial y afectivo hacia el naciente Estado, sino el de legitimar unas instituciones públicas que velaran por el cumplimiento de las leyes proferidas en él. La creencia de que ello fuera posible, era admitida en función de apostarle a este nuevo “plan”, dotándolo de toda confiabilidad posible y justificándolo con cualquier acción que garantizara su permanencia. En aquel momento, lo público era sagrado e interiorizado como el más noble “artefacto” que materializaba el ideal republicano.
Si hay algo que tuvo el pueblo colombiano (y sigue teniendo) es la capacidad de confiar -y a veces, tan ingenuamente- (aunque sea para luego decepcionarse) en las promesas estatales. La seguridad que solía mostrarse frente a los establecimientos públicos como garantes del bienestar ciudadano  decayó con el  paso del tiempo, al turno que  esas mismas entidades  y espacios se fueron tornando inseguros e  infestando del fenómeno de la ideología partidista en connubio con la corrupción.
Las largas guerras civiles decimonónicas y un empañado futuro se atisbaron en el contexto colombiano con golpes bajos como la pérdida de Panamá. Estas condiciones fueron caldo de cultivo para generar desconfianza en las instituciones y espacios públicos, acompañados de una bruma que empañaba la transparencia  y efectividad que éstos debían demostrar en el ejercicio de sus funciones.
De ningún modo hubo un punto dentro del proyecto nacional que se dedicara a educar al pueblo colombiano sobre el sentido de pertenencia REAL hacia sus estamentos oficiales y hacia lo público en general. Simplemente desde su creación, las instituciones públicas se ubicaron como claustros intocables e inermes en los que sólo podían residir y actuar ciertos seres dotados de alguna inteligencia  y valores especiales. Para el caso de los espacios públicos, sólo se constituyeron en la apacible morada de los mártires de la patria a los que periódicamente se les debía enaltecer como muestra de la valoración de sus actos de valentía en las luchas de independencia.
En Colombia, no se estimuló –a la par de la ideología política- una pedagogía de la vigilancia hacia aquellos establecimientos y lugares que los mismos ciudadanos habían legitimado un siglo atrás. En cambio, el Estado colombiano, en sus innumerables fases de “consolidación”, se dedicó a sembrar un patriotismo innecesario que, únicamente, sirvió para justificar el rojo de la bandera tricolor  sobre la base vital de miles de creyentes y que sirvió como perfecto distractor para administrar al antojo de quien estuviera de turno, los rubros nacionales. Y he aquí, que poco a poco lo público se fue desgastando en falsas promesas, en falsos acuerdos y en falsas utopías.
Lamentablemente la “censura” hacia lo público se ha arraigado en el imaginario colectivo, pues no existe una conciencia seria de ello en la mentalidad de los colombianos. Lo público parece concebirse como  un escenario de conflictos y de tensiones  en el cual es viable apelar a  las promesas fallidas del Estado a través de la protesta social. En este sentido, lo público es un punto generador de espacios participativos y de libertad de expresión, aunque a veces mal  direccionados e interpretados. Lo cierto es que lo público “permite”, mientras que lo privado “limita”; he ahí el enorme valor a defender.

“Lo público es ese ENTE del cual podemos abusar”: se piensa –y lo peor- profanar, sin recibir  ningún tipo de sanción –o al menos una mínima, según el estrato socio-económico donde nos ubiquemos. Lo público es aquello que NO nos enseñaron, pero que estuvo presente allí donde nos enseñaban a ser ciudadanos leales y patrióticos. Lo público es todo lo que nos rodeaba, mientras coreábamos el ¡Oh Gloria Inmarcesible, Oh júbilo inmortal! frente a la bandera nacional. Lo público es aquello que faltó incluir en los proyectos educativos que más se preocuparon por fundar una ciudadanía ficticia, que por proveernos de una conciencia moral que nos llevara a exigir y defender con vehemencia la transparencia de nuestras instituciones públicas, que al final es lo que garantiza el ejercicio y la eficacia de una verdadera  democracia.

viernes, 28 de junio de 2013

ESCRIBIR SOBRE LAS MUJERES.









 […] era más estrecho el tiempo en que yo actué como agitadora de ideas por medio de mi palabra y mis escritos. No existían ciertas libertades y derechos que ahora se reconocen en la mujer .Pero entonces como ahora, lo esencial era y sigue siendo movilizar a la gente; despertarla del marasmo; alinearla y poner en sus manos las banderas de sus tareas concretas. Y que las mujeres ocupen su lugar!
María Cano
Tomado de  “Las mujeres en la historia de Colombia. Tomo I”
E
scribir sobre las mujeres es un ejercicio interesante y heroico. Sin duda, el estudio  del bello sexo, como usualmente es catalogada a la mujer dentro del lenguaje histórico, goza de múltiples perspectivas. La historia de las mujeres es muy prolífica, aun cuando las fuentes constituyan un gran desafío. Se requiere, entonces, una excelente lectura tácita, interpretativa e imaginativa; he ahí el gran reto para el/la historiador(a). Sí!, hay mucho que estudiar sobre las mujeres.
Los imaginarios negativos que se perpetuaron, desde épocas pasadas, justificados a través de teorías filosóficas y científicas, habían incapacitado socialmente a la mujer, dotándola de características imperfectas. De esta manera, se marcó una supremacía masculina que otorgó a los hombres  un poder social hegemónico y el “deber” de guiar a la mujer (fuera como padre o  como esposo), para frenar la “tendencia negativa” natural en ella.
La invisibilización de la mujer, entonces, se constituyó en una necesidad imperativa, que favoreció la institucionalización de estructuras sociales eminentemente patriarcales. En consecuencia, las exigencias socio-jurídicas que el contexto histórico estipulaba, determinó la función social femenina como algo exclusivo de lo privado, mientras que lo masculino se concretaba dentro de la esfera pública, -aunque esta normatividad (siempre) corrió riesgos de no ser cumplida por distintas razones.
Aún, con el paso del tiempo, dentro de este clima de omisiones, la mujer existía, resistía,…sobrevivía. Lo que por siglos se pretendió ignorar, como fue el papel fundamental de la mujer en la historia de los pueblos, se hacía evidente: era necesario visualizar a la(s) mujer(es). De esta forma, aunque respondiendo más a coyunturas sociales del momento, que a una verdadera voluntad académica (como suele suceder en el círculo investigativo) La Escuela de los Annales en la tercera generación de su Nueva historia, cedió un espacio a las producciones históricas referentes al bello sexo, para descubrir su condición y función como sujeto activo de las sociedades que las hospedaron. En la posteridad, la consolidación del feminismo fortalecería las bases para el estudio serio y concreto de la(s) mujer(es). De allí en adelante, no habría vuelta atrás. Las mujer(es) ya se incluía(n) en la historia universal.
A nivel historiográfico existen excelentes trabajos académicos. Para no correr el riesgo de omitir nombres, solamente hay que anotar el destacado trabajo de obras referentes a las mujeres, que han logrado sacar del anonimato las actuaciones y  las condiciones que asumieron las féminas a lo largo de la historia .Estos valiosos análisis se han proferido desde diversos enfoques y punto de vista. De esta forma, las perspectivas de análisis desde la  historia, la antropología y la sociología, enriquecen las investigaciones de los estudios de la(s) mujer(es). Con estas valiosísimas contribuciones, se ha logrado desenvainar parte del entramado mundo femenino de antaño: sus  concepciones, representaciones, labores, triunfos, demandas, vicisitudes, anhelos, frustraciones, limitaciones, transgresiones, etcétera. El camino apenas comienza.
La(s) mujer(es) constituye(n) un sujeto de estudio versátil y complejo, pues, en sus relaciones, no sólo se requiere examinar factores como la clase, la raza, la sexualidad y la etnia- que ejercen un notable efecto en las sociedades jerarquizadas y que tienen mayores efectos en las mujeres- sino, el contexto y la interacción con éste, que también determinaron su función social.

No obstante los inconvenientes, se hace necesario (hoy, más que nunca) ratificar la presencia de la mujer en la historia y transformar su destino. Sin duda, la tarea es animarse a hilvanar los hilos de la ciencia histórica y visibilizar a aquellas heroínas conocidas y anónimas que nos precedieron. Porque todas las mujeres son heroínas. 


domingo, 26 de febrero de 2012

El NUEVO historiador

¿ Existe alguna  profesiòn tan exigente como la del Historiador?. Tal vez no.No sòlo es menester poseer un vasto conocimiento de hechos pretèritos y contemporàneos,sino poseer la capacidad de romper las barreras del tiempo para realizar una interpretaciòn "aceptable" de los hechos que se analizan.Y no contando con esto,tambièn se hace necesario un amplio repertorio bibliogràfico que permita al investigador,poseer unas bases teòricas que lo conduzcan a construir ciencia.
Por mucho tiempo,se creò un prototipo de Historiador basado en las "irrefutables"reglas de la historiografìa europea,pero eso cambiò ,precisamente, en el escenario del viejo mundo con el surgimiento de Annales.Fue, sin duda,èste,el hecho que marcò un giro completo de la visiòn tradicional de la historia y,sobre todo, de la labor del Historiador.
Asì que, màs allà de los tradicionalismos,las repeticiòn de las "magnìficas" hazañas heroicas y la presunta neutralidad del Historiador,que predominaron durante mucho tiempo,surge un elemento o cualidad sin la que el Historiador serìa un simple contador de historias o, (como dice mi gente) un parlero: es el sentido humano.Y, precisamente, dicha cualidad oculta  fue la que Annales puso al descubierto,en sus planteamientos, para transformar la forma de hacer y ver la historia.
¿Què Historiador podrìa hacer honor a su profesiòn si no contara con el sentido humano que identifica a los verdaderos hombres que contruyen sociedades a travès de las ideas o de las meras utopìas?Tal vez,uno relegado o aferrado a las visiones retrògradas de la historia(meramente cronològica),donde se omitìa la pasiòn por los hechos que se planteaban.De aquì,se puede decir que el surgimiento del nuevo historiador,definitivamnete,es un hecho històrico.
El nuevo historiador se deja llevar por su realidad inmediata,se involucra y se sumerge en su entorno porque de otra forma dejarìa de ser humano tanto en el sentido biològico como social.Antes,el Historiador era preso de sus hechos,hoy es libre ante ellos.Hoy ya es viable y aceptable que el Historiador sea economista,sociologo,antropòlogo.,etcètera.Asì que, bienvenida la nueva historia y los nuevos historiadores.No se desechada,pues,la historia tradicional porque,se hace necesaria,empero, en el sentido de tomarla como cotejo para el inherenete sentido humano de nuestro nuevo historiador.


 Imagen tomada de : http://www.xtec.cat/iesfrancescmacia/seminaris/geograf_historia/historia.jpg

viernes, 8 de julio de 2011

I COLOQUIO DE DIÁLOGOS INTERCULTURALES

Un sueño hecho realidad: 519 años después


El pasado 8 y 9 de junio de 2011, se realizó en la Universidad de Cartagena un evento titulado: I Coloquio de Diálogos Interculturales.”Escuchando otras voces”, en el cual participaron, además de la comunidad académica de la universidad y de la ciudad, un grupo representativo de pueblos indígenas de habitan en la costa Caribe colombiana. Kogis, Arahuacos, Chimilas, Zenúes, entre otros, nos deleitaron con una charla amena de viva voz en la cual  se subrayaron los aspectos más relevantes de su cultura.
Cada pueblo, con su cuota representativa, a través de la palabra, nos narró sus historias de vida, el significado de sus expresiones, el rol de la mujer, su concepción de la tierra, de la vida, su visión del mundo, en fin, lo que es ser indígena. Un elemento innegable que no podía faltar en la charla: la lucha (milenaria) de sus comunidades con algunos “monstruos”: conflicto armado, desplazamiento forzado, y su infinita lucha por un verdadero reconocimiento a la identidad indígena que, desafortunadamente para estos pueblos, es una lucha histórica.
La oralidad, como ejercicio histórico, se dejó ver y palpar a través de los relatos de cada una de estas comunidades quienes, en esta ocasión, quisieron mostrarnos su historia- sin intermediarios- para reiterar que la cultura indígena vive y que, a pesar de los esfuerzos por invisibilizarlos, hay una resistencia y una lucha permanente.
La claridad con la que definen los conceptos y la amplia visión del mundo, de la vida y de su misión, hicieron realmente interesante el coloquio. En la actualidad, para estos pueblos es de vital importancia, corresponder al llamado para recuperar su identidad, máxime por la inminente confusión que brota de los inminentes procesos de globalización (un nuevo monstruo en la escena).
Empero, la lucha está más viva y activa-desde lo legal, desde lo académico, desde lo humano- .Surge, de esto, una necesidad de conservar una cultura milenaria, pero sobre todo el innegable compromiso comunitario que les identifica.
Desde diversos escenarios, los pueblos indígenas se hacen presentes y se constituyen en un testimonio palpable de la multiculturalidad de nuestro país. A 20 años de haberse proclamado la carta política de 1991, se hace necesario reconocer, con hechos, una diversidad cultural real, dotada de  funcionalidad en la  que se garantice que las inocultables diferencias no sean discriminadas.Entre lo "occidental" y lo indígena parecieran no existir puntos comunes,sin embargo ,en el diálogo y la interculturalidad se pueden tener buenos puntos de encuentro.


Imagen tomada de: http://www.google.com.co/imgres?imgurl=http://www.iplame.com/Portavasos/portavasos34.gif&imgrefurl=http://www.iplame.com/